Porque la cocina no es sólo comida. Son emociones, espacios, una forma de expresión. La arquitectura, junto a la decoración y la equipación son algo imprescindible para redondear el conjunto y transmitir una experiencia más allá del mero hecho de alimentarse.

Hace unos días tenía lugar la jornada organizada por el Instituto Silestone y CETT en el marco las sesiones ‘Diálogos de Arquitectura y Gastronomía’.

Un total de 150 asistentes, entre los que se encontraban estudiantes del CETT, el Campus de Turismo, Hotelería y Gastronomía de la Universidad de Barcelona, pudieron disfrutar de las ponencias de personalidades como Christian Escribá y Jordi Parra, entre otros, con el fin de llevar más allá el disfrute de la experiencia gastronómica.

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